UN CUENTO DE OTRO MUNDO
La mayor gesta de la humanidad
La humanidad dividida en múltiples religiones como : el Judaísmo, el catolicismo cristiano, el cristianismo, el budismos, el islamismo, etec. etec. etc. tenían un tesoro enormemente valiosísimo, había montañas de oro refinado a fuego; todos tenían el mismo tesoro, este tesoro era especial solamente se dejaba ver del hombre santo, y puro de espíritu y tierno de corazón; todos decían que tenían parte en el tesoro, y unos decían que tenían más y otros menos, pero todos eran dueños del tesoro; y lo guardaban muy celosamente, para que nadie lo pudiera tomar; el problema radicaba en que no lo podían ver, pues al contacto brillaba con una luz blanca muy brillante; pero no podían tocarlo, porque no podían verlo, y se odiaban mutuamente; porque unos decían que si lo habían visto, pero los engañaban, porque nadie era santo, puro de espíritu y tierno de corazón, pero mentían para hacerse más importantes que los demás; ese tesoros los sacaría de todas las pobrezas y serian muy ricos todos para siempre, por eso todos querían ese tesoro, que claro esta, alcanzaba para todos y sobraba muchísimo; así transcurrió el tiempo, y llegó el final de la humanidad, y la tierra quedo libre, y todos los hombres murieron; al otro lado, en los planos superiores u otras dimensiones, se volvieron a encontrar, todos, según el lugar donde habían vivido en la Tierra; y todos estaban en los lugares bajos, en penumbras, y afligidos por toda clase de inmundicias y maldades, y se acordaron del tesoro, y estaban los que se decían que ellos si habían tocado el tesoro, y que se creían superiores, pero igual estaban todos en el mismo lugar; entonces vino el señor de ellos, y les dijo id a trabajar en las canteras, otros iban a cocinar, otros iban a hacer diferentes trabajos y los que cocinaban, lo hacían con la carne humana, y así los servían; entonces se acordaron del Tesoro y del Dios vivo Padre eterno, y vieron que ninguno había tenido razón en sus ideas terrenales; y le preguntaron al capataz: Nosotros habíamos tocado el tesoro con nuestra manos, por qué estamos aquí; y les respondió: Eso no era el tesoro, sino un soroche que nuestro jefe puso allí, para ver si en verdad ustedes buscaban la salvación; porque no buscaron con la verdad, sino que se contentaron con lo fácil, por eso todos está aquí.
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