Que la paz sea con vosotros, David; la Ley Eterna del Dios vivo Padre Eterna, no es como la ley de los hombres; es muy diferente, así también son sus objetivos; la ley de los hombres es para tratar de convivir en el mundo entre congéneres y nada más; La Ley del Dios vivo es viva; en aquel que la cumple como el Padre Eterno manda, cambia, transforma la sustancia, la esencia, la materia con la cual está hecho del hombre; en ese cambio, muere el hombre primitivo de pecado, y nace el hombre santo, puro y perfecto, que es uno con el Dios vivo Padre Eterno.
Restaurando la palabra eterna y construyendo un mundo fuera de inmundicias
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